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Nota Algodón 2020 03 09 a las 1.11.57 p

Foto: Nacionesunidas.org 

 

La recuperación de semillas de algodón y de los saberes ancestrales ligados a su cosecha son parte de los objetivos de una iniciativa internacional que se está llevando a cabo en el país. El proyecto, implementado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), es financiado por la Agencia Brasileña de Cooperación en Ecuador y otros seis países de América del Sur.

David Suárez, coordinador del proyecto +Algodón de Ecuador, cuenta que la iniciativa se empezó a aplicar en el país en el 2018 y aún se encuentran en la etapa de investigación. Una de las metas eslograr un manejo más sostenible del algodón y, como parte del programa, se enfocan en otros ejes como la capacitación a agricultores, investigación del algodón y recuperación de variedades nativas. Suárez cuenta que,hasta el año 2000, este era un cultivo importante para el país, sobre todo para productores de Manabí y Guayas. Con la llegada del fenómeno de El Niño y la dolarización, este sector sufrió afectaciones. En el proceso se perdieron variedades de semillas y se dejó de investigarlas. El objetivo de esta iniciativa es recuperar estas semillas. Suárez cuenta que, por lo general, estas se pueden encontrar en los bancos de germoplasmas, que son espacios donde se guardan las semillas de todos los países para que algún momento se las utilice. Cuando los investigadores intentaron recuperarlas, se dieron cuenta de que no estaban almacenadas en este banco. En ese momento emprendieron un proceso de búsqueda junto con el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP). El coordinador del proyecto +Algodón cuenta que tuvieron que ir a fincas localizadas de Manabí, Santa Elena, Loja, El Oro e Imbabura. Para este proceso contaron con el apoyo de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Ibarra.

Hasta el momento han logrado colectar más de 60 variedades y ahora están en la etapa de identificación de las semillas. Suárez dice que uno de los aspectos más importantes ha sido el hallazgo de algodones de colores. La idea es recuperar estas variedades para que se puedan multiplicar y sean útiles en la industria textil. Brasil, por ejemplo, vende algodón de colores para las personas que tienen alergias a los tintes. En el proceso, los investigadores también se dieron cuenta de que existen saberes ligados a la fabricación del hilo de algodón que se están perdiendo en las comunidades. Suárez dice que las personas de la tercera edad en Loja y Manabí realizan esta práctica manualmente. La alta demanda de mano de obra se ha convertido en una limitante para este cultivo. Por lo general, los más jóvenes ya no saben cómo hacerlo. Mediante la investigación que se está realizando, se busca que los agricultores tengan semillas viables. Otra meta es que los cultivos sean más sostenibles, ya que la industria del algodón es considerada como altamente contaminante. La intención es aprender de la experiencia de Brasil en el tema y poder replicar sus prácticas. Suárez cuenta que cuando empezaron el proyecto, se encontraron con agricultores que aplicaban los plaguicidas hasta 10 veces por día. Después de un año, el uso de estos químicos disminuyó en un 30%. Además de la investigación sobre variedades de semillas, la FAO está realizando un análisis en campo con los agricultores de Pedro Carbo y Tosagua. Esta fase se realiza junto con el Ministerio de Agricultura. Allí se están probando máquinas que funcionan como cosechadoras de algodón. La idea es ayudar a los agricultores en todo el proceso para potenciar este cultivo.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: https://www.elcomercio.com/tendencias/cultivo-algodon-fao.html.