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Por: RELASER

Con el fin de reflexionar e identificar el camino apropiado para la elaboración de políticas retomando las directrices establecidas en las Guias Alimentarias, e identificar las estrategias adecuadas para incluir el tema de Nutrición en los servicios de asesoramiento a las familias rurales, el pasado 14 de marzo se realizó el webinar Nutrición en América Latina, un espacio virtual de intercambio liderado por el Grupo de Nutrición de GFRAS, en alianza con la Organización de las Naciones Unidas para la Nutrición y la Agricultura- FAO, y RELASER.

Las Guías alimentarias promovidas por FAO en apoyo a los Gobiernos Nacionales, tienen el potencial de informar y guiar las acciones de los responsables políticos, para ser incluidos en las políticas e instrumentos de política pública y así guiar las acciones en el tema. Las guias alimentarias no solamente tienen efectos en materia de nutrición y salud, sino también efectos más amplios en lo  económico, lo social y ambiental, tienen una relación estrecha con el resto de los sistema alimentarios y las cadenas de valor, bajo un enfoque de sostenibilidad de éstos.

La elaboración de las guias toman en consideración tanto la cultura de consumo como el potencial agro productivo para producir alimentos produce en cada lugar, y de la misma forma, hacen una serie de recomendaciones nutricionales y de consumo de acuerdo a las capacidades de cada país. Las Guías alimentarias  promueven dietas saludables y sostenibles, pero se requiere de una respuesta coordinada de actores del sistema alimentario ára que la población tenga acceso a estas.

En el espacio de reflexión conjunta se abordaron temas como 1. ¿Qué papel pueden jugar los extensionistas en el desarrollo e implementación de Guías Alimentarias? 2. ¿Qué oportunidades se presentan al implementar las Guías para el desarrollo rural? Y 3. ¿Cómo establecer y mejorar las sinergias con las partes interesadas?

En torno a la primera pregunta sobre el rol del extensionista los participantes señalaron la importancia de que los extensionistas puedan  documentar información; orientar y asesorar a los productores para orientar sus sistemas productivos; unir voluntarios comunitarios ya capacitados para difundir el conocimiento; promover el consumo de ciertos alimentos autóctonos; traducir y adecuar las normativas para los contextos locales; tomar las guías como referencia  para explicar cómo producir con calidad y de forma sostenible;  sensibilizar a las y los productores sobre las demandas nutricionales locales de acuerdo a las guías y despertar un interés y la acción colectiva alrededor de fines en común. Es decir, el extensionista es visto como un promotor que gestiona el conocimiento que intercambia con los productores y desde ese rol puede impulsar el uso de las Guías Alimentarias como un referente para ir construyendo sistemas agroalimentarios nutricionalmente inteligentes  y una cultura que aborde las brechas nutricionales existentes en la población en algunos países. El extensionista es un puente de comunicación entre las guías y las y los productores.

Sobre las oportunidades existentes para implementar las Guias Alimentarias en el desarrollo rural, los participantes concluyeron en que Las Guias son una oportunidad para poner en práctica el pluralismo de extensión; asimismo, recomendaron tener en cuenta las capacidades que se deben desarrollar en los extensionistas: cómo trabajar con el sector salud en los territorios, cómo convertirse en facilitadores de los procesos educativos teniendo en cuenta los saberes tradicionales y la soberanía alimentaria, cómo orientar la producción relacionada a la demanda local y nacional y cómo conectar la importancia de la idea “del campo a la mesa” usando las guías alimentarias propias de cada país. Asimismo se refirieron a la importancia de sensibilizar a los hacedores de políticas en el marco de plataformas involucradas en la seguridad alimentaria y nutricional.

Respecto al establecimiento de sinergias de las partes interesadas en el tema de la nutrición se recomendó: implementar instrumentos de difusión que conecten la importancia de la producción rural de alimentos de forma saludable y sostenible; conformar plataformas multiactores; incluir presupuestos diferenciados a nivel de los países y presupuestos locales para promover la integración de las guías; invertir en llevar muestras de producción rural a las ciudades, y giras de producción saludable de personas y tomadores de decisiones a sistemas productivos rurales; crear ventanas y visitas digitales de sistemas productivos rurales para entornos educativos, y establecer mesas o espacios de diálogo en torno a los sistemas alimentarios sostenibles.

Las conclusiones estuvieron a cargo de María Auxiliadora Briones, Secretaria Ejecutiva de RELASER, quien afirmó que las Guías Alimentarias son una herramienta valiosa que puede ser integrada en diferentes contextos para tener resultados e impactos tempranos.  Los temas que se trataron van a ser tenidos en cuenta e integrados en la Comunidad de Práctica Global gestionada en la plataforma del Foro Global de Servicios de Asesoría Rural y Extensión (GFRAS) a fin de continuar con la reflexión que inició en esta webinar, aparte de gestionar acciones a nivel de la región a fin de que las Guias sean un vehículo para cerrar las brechas existentes en la Nutrición y abordar los desafíos de la malnutrición en la región, a través de impulsar programas de fortalecimiento de capacidades de los extensionistas, tanto públicos como privados. 

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