Por: RELASER
En el segundo encuentro del ciclo de conversatorios sobre retos de la innovación agropecuaria en Colombia, enfocado en formación y capacitación, se compartieron experiencias para la formación y el fortalecimiento de capacidades de extensionistas.
La primera presentación estuvo a cargo del Dr. Fernando Landini del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas en Argentina, quien habló del aprendizaje de las y los extensionistas rurales en América Latina, a partir de un estudio que realizó con 130 extensionistas en Argentina, Chile, Cuba, Ecuador, Guatemala y Uruguay para entender cómo habían aprendido a identificar estrategias para potenciar el aprendizaje. La gran mayoría aprendieron de la experiencia, y de la educación formal. La universidad es la base del conocimiento pero tiene limitaciones, como el acceso a la complejidad del mundo y cómo aplicar los conocimientos, pues se enfoca más en la teoría que en la práctica. Por eso existe una preferencia por las capacitaciones prácticas, activas, reflexivas y participativas.
El aprendizaje por medio de la experiencia es fundamental para que evolucione el conocimiento de la universidad. La mentoría, por otro lado, también es muy efectiva para fortalecer los conocimientos, porque guía a quienes apenas están ingresando al mundo de la extensión. Así, se recomienda favorecer el aprendizaje informal y repensar el modo en el que se conceptualiza y se aborda el aprendizaje.
Después, Jorge Aguilar, profesor de CIESTAAM en México, compartió reflexiones sobre la capacitación para extensionistas. Comentó que actualmente, los programas de impulso a la innovación no tienen una articulación institucional suficiente ni indicadores de desempeño robustos. Partiendo de esta base, explicó los siete retos de la formación y la capacitación de agentes de cambio en las agrocadenas:
- Ver más allá de la “finca”: tener una visión de los sistemas alimentarios, abarcando también los mercados y las redes de instituciones.
- Facilitar el uso de conocimiento con comunidades de práctica: sin dejar de lado el mercado.
- Construcción de redes de innovación: que permita que el conocimiento fluya entre diversos sectores.
- Formación de las nuevas generaciones: el relevo generacional debe estar orientado a resolver problemas, integrar conocimientos, comunicarse fuera del ambiente científico, usar las herramientas digitales como la inteligencia artificial y aprender de fuentes empíricas.
- Aprovechar la revolución digital: el whatsapp como una herramienta de extensión.
- Redefinir el rol del extensionista: además de transferir conocimientos, también son articuladores.
- Formular una estrategia de extensión que impulse la innovación: desde la capacitación y articulando los servicios de extensión rural.
Carlos Gamba Castillo presentó el tercer tema, sobre avances y aportes del Servicio Nacional de Aprendizaje de Colombia (SENA) a la innovación agropecuaria. Partiendo de la base de que el extensionismo no puede tener una sola fórmula para ser implementado, sino que debe responder a las dinámicas propias de cada territorio, y que este debe evolucionar. Debe también dignificar la labor de las y los campesinos, reconocer sus conocimientos y promover el empleo digno y el acceso a oportunidades. Con este planteamiento, presentó la Estrategia CampeSENA, para atender a las y los campesinos y aprender de las dinámicas campesinas y comunitarias.
Esta estrategia está planteada bajo tres grandes pilares: 1. Propiciar el reconocimiento del campesinado en la vida social, cultural y económica del país, 2. Fortalecer las capacidades, conocimientos y habilidades de la población campesina y 3. Abrir la puerta a nuevas opciones que les permitan incrementar sus ingresos y mejorar su calidad de vida. Con esto se busca promover un buen uso y tenencia de la tierra, mientras se es responsable con el medio ambiente. Esto ha sido posible a través de diversas estrategias como ENER, la Escuela Nacional de Extensión Rural del SENA, que articula a instituciones y centros de formación, en temas como agroecología y asociatividad.
Milton Rico Bermúdez, zootecnista, hizo por su parte una presentación sobre los resultados de la actualización del catálogo de cualificaciones del área AGVE: agropecuario silvicultura pesca acuicultura y veterinaria. Esta es una herramienta que se aplica en más de 150 países. En este caso, se mapearon a 254 actores del sector, incluyendo a Academia, sector público, gremios y sector productivo, identificando brechas de capital humano y las cualificaciones del sector en los diferentes sectores. Esta herramienta puede ser útil para instituciones educativas y dar ideas sobre el desempeño del capital humano.
El ingeniero en producción animal Félix Moreno estuvo a cargo de la siguiente presentación, en la cual se refirió a los procesos de formación profesional en extensión rural de la Universidad del Tolima, que se sustentan sobre las bases de aprender haciendo, el desarrollo de habilidades y realizar capacitaciones desde lo más cercano a la realidad. Además, el pregrado tiene enfoques en caficultura, agricultura familiar y agroecología, y parte del diagnóstico y priorización de temas para desarrollar las actividades en clase. Entre los métodos individuales de aprendizaje se encuentran la visita a fincas, llamadas de consulta, el consultorio del campesino, entre otras herramientas. A nivel de métodos masivos, han producido notas de prensa y cuentan con el programa de radio ‘La universidad y el campo’, que se difunde los sábados de 7 a 8 a.m.
Rosa Elsa Pérez, médica veterinaria, habló sobre los logros y retos en la formación y capacitación de extensionistas rurales en la Universidad de Antioquia. Esta formación busca pasar de un enfoque conductivista a un enfoque más significativo; de un enfoque constructivista a uno más activo, centrado en el estudiante y basado en el contexto de los territorios. Mencionó que el escenario de aprendizaje no puede ser únicamente el aula, y se debe identificar otros procesos, estrategias y entornos para aprender.
Santiago Sáenz, investigador de la Universidad Católica de Perú compartió perspectivas desde la educación superior, comenzando por los problemas que enfrentan, como la transición digital, garantizar un servicio de calidad y una amplia cobertura, entre otros.
El segundo encuentro del ciclo de conversatorios sobre innovación agropecuaria en Colombia dejó claro que la formación y capacitación de los extensionistas rurales debe evolucionar de manera dinámica y adaptada a las realidades territoriales. Los ponentes coincidieron en la importancia de fortalecer las redes de innovación y el aprendizaje basado en la experiencia, promoviendo la mentoría y el uso de herramientas digitales para una mayor eficacia. Las estrategias discutidas, como la del CampeSENA, que busca reconocer el valor del campesinado y fortalecer sus capacidades, son fundamentales para dignificar su labor y mejorar su calidad de vida.
Asimismo, se subrayó la necesidad de que los programas de extensión rural no solo transfieran conocimientos, sino que también articulen a distintos sectores, con una visión que abarque los sistemas alimentarios en su totalidad. De esta manera, los retos mencionados por los ponentes servirán como base para definir estrategias innovadoras que impulsen el desarrollo sostenible de las zonas rurales en Colombia y América Latina.