Por RELASER
Con la participación virtual de más de 130 personas y de 40 personas de manera presencial convocadas en Guatemala. Los participantes provenientes de México, Centro America, República Dominicana, Colombia, Argentina, Paraguay, Bolivia, entre otros, el pasado viernes 21 de febrero se llevó a cabo el Seminario Internacional sobre el enfoque Smallholder Horticulture Empowerment and Promotion (SHEP), un evento híbrido facilitado por JICA Bolivia, con el apoyo de de diversas organizaciones internacionales como, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Red Latinoamericana de Servicio de Extensión Rural (Relaser),
Un modelo que transforma la mentalidad agrícola
El evento fue la culminación de un proceso amplio de desarrollo de capacidades iniciado en Japón y se centró en el esfuerzo del enfoque SHEP que busca empoderar a los agricultores para producir con su mirada puesta en la demanda del mercado transformando su cultura y pasando de "producir y vender" a "producir para vender". Esta transformación implica una mayor conexión con el mercado y el empoderamiento de los productores para tomar decisiones informadas sobre qué y cómo cultivar
Durante su intervención, Mr. Ito (JICA Bolivia) destacó la importancia de la cooperación entre JICA y FIDA para mejorar la vida de un millón de pequeños agricultores a través de SHEP. "No basta con producir, hay que entender las necesidades del mercado", afirmó. Además, anunció que pronto se lanzará un módulo de aprendizaje en español para fortalecer la capacitación en la región.
Empoderamiento y autonomía: el centro del cambio
Desde FIDA, Isabel de la Peña resaltó el papel de la organización en la reducción de la pobreza rural mediante modelos innovadores como SHEP. "Este enfoque pone al pequeño productor en el centro del cambio", subrayó, señalando que la metodología permite a los agricultores comprender el valor de su producción en el mercado y planificar de manera estratégica.
Por su parte, Federico Villarreal (IICA Guatemala) enfatizó el impacto de SHEP en la agricultura familiar, señalando que este modelo mejora la calidad de vida de los pequeños productores al integrar la innovación y el acceso al mercado en sus procesos productivos. "El liderazgo de las mujeres y los jóvenes rurales es clave para consolidar una agricultura sostenible", puntualizó.
Desafíos para la empoderamiento agrícola con enfoque de mercado
Uno de los temas recurrentes del evento fue la baja tasa de adopción tecnológica por parte de los agricultores. Según los expertos, de cada 10 tecnologías recomendadas, solo 1 o 2 son adoptadas. La razón principal es la falta de información sobre la utilidad de estos cambios. Además, se identificó una debilidad en el conocimiento de mercado por parte de los productores, quienes dominan las técnicas de producción, pero carecen de formación en estrategias de comercialización.
El impacto de SHEP en la Región
Los resultados del enfoque SHEP han sido alentadores: en algunos casos, los ingresos de los productores han aumentado hasta en un 70%. En Guatemala, por ejemplo, 12 talleres de sensibilización ayudaron a que los agricultores tomaran decisiones concretas sobre tecnología, siembra y comercialización. En Honduras, la metodología ha sido adoptada por Pronaders, fortaleciendo el trabajo de extensión con bancos rurales y productores.
El seminario también sirvió para compartir casos de éxito como el de un agricultor guatemalteco que viajó a Japón para capacitarse en SHEP y hoy lidera una asociación de acuicultores. Además, en Nicaragua, la Universidad Nacional Autónoma incorporó la metodología en sus programas académicos, formando a técnicos y estudiantes en extensión agrícola con enfoque de mercado.
Reflexiones finales y perspectivas futuras
En las palabras de clausura, María Auxiliadora Briones, secretaria ejecutiva de Relaser, destacó que "el verdadero valor del enfoque SHEP es la apropiación por parte de los agricultores, quienes al empoderarse transforman sus comunidades". Asimismo, Mario Pidal del FIDA subrayó que "el trabajo conjunto entre las organizaciones internacionales y los productores locales es clave para garantizar un impacto sostenible y de largo plazo".
Mario León, del IICA, también enfatizó que el verdadero conocimiento radica en su aplicación. "No basta con conservar la información, hay que utilizarla para transformar vidas", afirmó.
El evento concluyó con una invitación a seguir fortaleciendo el enfoque SHEP como una herramienta clave para el desarrollo rural en América Latina.
El compromiso de JICA, FIDA, IICA, RELASER y las demás organizaciones participantes reafirma el potencial de SHEP para cerrar la brecha entre los pequeños productores y los mercados, promoviendo una empoderamiento agrícola con enfoque de mercado más efectiva, sostenible y centrada en el empoderamiento de quienes trabajan la tierra.
La meta está clara: alcanzar a un millón de agricultores beneficiados para 2030 y consolidar un modelo de empoderamiento agrícola con enfoque de mercado que priorice la autodeterminación y el conocimiento como motores del desarrollo.