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Invernaderos
 
*Noticia publicada inicialmente en el portal Noticias Agropecuarias 
Autor: Eduardo Bustos 
 
Una compañía francesa desarrolló un tipo de plástico para utilizar en los cultivos bajo cubierta que permite multiplicar la luminosidad que realiza la fotoconversión de la luz, mediante el incremento de la longitud de las ondas de energía espectral, para adaptarlas a la necesidad de las plantas y de esa forma mejorar sus rindes.

La iniciativa fue desarrollada por la compañía francesa de plásticos agrícolas, Agripolyane, y su proveedor, la también francesa fabricante de aditivos para estos films, Cascade, que presentaron este jueves  en la Estación Experimental Cajamar, Las Palmerillas, Almería, su nuevo plástico para invernaderos de doble techo con la tecnología Magic Lite, demostración de la que participó alrededor de un centenar de técnicos y productores, explicó un informe publicado en Buenos Aires por el portal español “Infoagro”.

La cantidad de luz que recibe la planta, afecta a su fotosíntesis, mientras que la calidad de la luz, que tiene que ver con la distribución de la misma, incide  tanto en la fotosíntesis como en la fotomorfogénesis, para dar  lugar al crecimiento y a la adaptación a la luz del medio ambiente de la planta, afectando a su forma y a su floración.

La fotosíntesis, que es la reacción fotoquímica producida en los cloroplastos de la planta, la energía de la luz se utiliza para convertir CO2 atmosférico en hidratos de carbono. En las plantas hay presentes varios pigmentos que permiten la fotosíntesis de la planta, como son la clorofila y los carotenoides, que captan el azul y el rojo de la luz.

El azul afecta al contenido de clorofila, al número de estomas y a la conductancia, así como al grosor de la hoja y al alargamiento del tallo, mientras que el rojo tiene un alto efecto sobre la fotosíntesis, el desarrollo de las hojas, la producción de clorofila, la ramificación lateral de las hojas, e inhibe el alargamiento y la floración, mientras que el verde de la luz tiene un efecto poco conocido sobre la planta y es menos absorbida por ésta.

Por otro lado, los fotorreceptores de la planta también captan el azul y el rojo hacia el infrarrojo para realizar la fotomorfogénesis, que tiene que ver con la protección de la planta a los rayos UV-B, con la evasión de la sombra, la floración y el movimiento de los estomas.

La fotoconversión es la parte principal de esta tecnología, pero no es la única: de acuerdo con el tipo de cultivo, se pueden añadir más aditivos para aumentar las características técnicas del plástico, además de este efecto.

Se trata de una tecnología cuyo principio, la fotoconversión, “ha sido investigado por un laboratorio de investigación en Francia durante más de 25 años y que Cascade acogió cuando fue creada la empresa en 2012 para mejorarla y hacerla útil para los cultivos en las condiciones existentes en el invernadero, a un buen precio”, comentaba Peilleron, y que ha sido probada en 104 ensayos desde 2013 en Francia y España en estaciones experimentales como la de Cajamar, la Universidad de Almería y Tecnova, en Almería, Adesva en Huelva e IMIDA en Murcia.

Resultados de los ensayos

Al principio de las pruebas, Cascade realizó ensayos en distintos países de Europa como Inglaterra y Bélgica, pero al día de hoy se enfocan en Francia y España, con ensayos en cultivos de melón, sandía, berries, pepino, pimiento y tomate.

En melón, se hicieron 18 ensayos desde 2013 con buenos resultados en cuestión de rendimiento, con mejoras en los rendimientos que representan entre un 7 y un 10% más de producción en kilos de melón. Además, se demostró que cuando el clima es desfavorable, la tecnología funciona mejor, con un aumento del rendimiento del 25% con respecto a lo normal.

Asimismo, aumentó la calidad de los melones, incrementándose sus grados Brix y su peso. Además, varios de los ensayos también dieron como resultado la precocidad del cultivo. En sandía se hizo un solo ensayo con buenos resultados, con un crecimiento del peso promedio de los frutos del 10% y un aumento del rendimiento del 40%.

En Huelva, el año pasado se hicieron ensayos para el cultivo de fresa, frambuesa y arándano. Para fresa, se demostró un aumento del rendimiento del 15%, con precocidad e igual contenido de azúcar y conservación del fruto. En frambuesa, se notó una ganancia en el rendimiento del 15% con precocidad, y en arándano se calculó un aumento del rendimiento del 60%, aunque estas ; pruebas deberán ser refrendadas con los resultados de los ensayos de este año.

En su caso, los resultados del plástico de doble techo para la horticultura serán presentados próximamente por las estaciones experimentales, pero Frederic Peilleron adelantó que el aumento del rendimiento promedio, teniendo en cuenta que este valor variará en función del tipo de cultivo, es del 10%, y también mejora la calidad de los frutos.

Además, Cascade observó que los beneficios del uso de esta tecnología aumentan cuando son cultivos de invierno o principios de primavera, así como en condiciones climáticas adversas.

“La tecnología funciona mejor cuando las plantas crecen bajo condiciones de baja luz, que pueden encontrarse en el sur de España y en todos los países mediterráneos en invierno. La mayoría de las plantas crecen en invierno, entre septiembre y mayo (Hemisferio norte),, y en este periodo de tiempo, principalmente de octubre a marzo, hay una necesidad de obtener más luz para las plantas, que es lo que hace nuestra tecnología para incrementar la incidencia de rayos beneficiosos para el crecimiento de la planta en verano”, explicó Pailleron .