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La Agenda 2030 es un plan de acción adoptado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas - ONU en 2015 y cuya finalidad es contribuir al desarrollo de las personas, al cuidado del planeta, a la prosperidad, la paz universal y el acceso a la justicia. La Agenda se compone de 17 objetivos, los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), que a su vez se dividen en 169 metas y 230 indicadores que abarcan las esferas económica, social y ambiental. 

“La Agenda implica un compromiso común y universal, no obstante, puesto que cada país enfrenta retos específicos en su búsqueda del desarrollo sostenible, los Estados tienen soberanía plena sobre su riqueza, recursos y actividad económica, y cada uno fijará sus propias metas nacionales, apegándose a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), dispone el texto aprobado por la Asamblea General.” (ONU, 2015)

Así, dentro de la Agenda, la alimentación y la agricultura sostenibles son fundamentales para dar respuesta a los objetivos. Por ende, es necesario cuidar las tierras y adoptar una agricultura resiliente frente al cambio climático, teniendo en cuenta los desafíos de las generaciones futuras. Se debe desarrollar el sector rural, sector económico muy importante para el mundo, pues representa cuartas quintas partes de la población en situación de pobreza.

Al representar la población rural casi el 80% de las personas en extrema pobreza, se debe facilitar una transformación que permita a esta población convertirse en un agente decisivo de cambio, a través de políticas y programas que a su vez les ayuden a mejorar sus medios de subsistencia, con un énfasis especial en las mujeres rurales, los pueblos indígenas y afrodescendientes, y en los jóvenes.

Por otro lado, el ODS 2 pone como metas poner fin al hambre, alcanzar la seguridad alimentaria y una nutrición mejor, y promover la agricultura sostenible. La aspiración es garantizar que las personas puedan acceder a una nutrición adecuada conservando los recursos naturales, salvaguardando la biodiversidad y transformando los sistemas de producción de alimentos y el sector rural, contribuyendo a los pequeños agricultores y demás trabajadores del sector.

Los esfuerzos que se realicen en la implementación de una agricultura sostenible y en los sistemas alimentarios, así como en la población rural, puede contribuir a múltiples ODS: erradicar la pobreza (ODS 1), el hambre y la malnutrición (ODS 2), promoviendo el cuidado y gestión sostenible de diferentes ecosistemas (ODS 14 y 15), la producción y consumo sostenibles (ODS 12) y acciones para disminuir los efectos del cambio climático (ODS 13), entre otras.

Entonces, la gestión del conocimiento, de los recursos y el trabajo conjunto son también cruciales para cumplir las metas propuestas. Por ello, las alianzas y convocatorias para participar se vuelven una herramienta indispensable para reunir a todos los agentes y actores relevantes. En consecuencia, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO propuso en 2017 acciones que impactarán y conducirán a lograr el Hambre Cero para 2030, estableciendo criterios que dictan la importancia de la alimentación y la agricultura en la Agenda 2030. Para más información acerca de los ODS, se puede consultar la página oficial de la ONU, www.un.org, o las de sus organizaciones afiliadas. Para conocer más acerca de la importancia de la alimentación y la agricultura en la consecución de los ODS, este documento puede ser de gran utilidad: http://www.fao.org/3/i7454es/i7454es.pdf

 

Por: RELASER