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Por: RELASER

San José, Costa Rica – 11 de marzo de 2025. En una jornada intensiva marcada por la colaboración, la innovación y el compromiso con el desarrollo sostenible, Access Agriculture lideró una capacitación presencial sobre el uso de proyectores inteligentes, dirigida a 15 facilitadores y facilitadoras del Sistema de Asistencia Rural (SAR) en Costa Rica. Esta iniciativa, parte del proyecto AERAS*, se llevó a cabo en el Hotel Radisson de San José con la participación de representantes de cinco clústeres académicos y técnicos: la Universidad Estatal a Distancia (UNED), el Tecnológico de Costa Rica (TEC), la Universidad Técnica Nacional (UTN), el Instituto del Café de Costa Rica (ICAFE) y la Fundación para el Desarrollo de la Cordillera Volcánica Central (FUNDECOR).

El objetivo fue claro: potenciar el rol de los facilitadores como multiplicadores de conocimiento en zonas rurales, utilizando una herramienta de bajo costo, autónoma y altamente eficaz —el proyector inteligente— para llevar contenidos agroecológicos y formativos a comunidades de difícil acceso, donde la conectividad y la electricidad son limitadas.

Capacitación orientada a la sostenibilidad y la escalabilidad

Durante la sesión, guiada por los expertos Jeff Bentley y Blessings Flao de Access Agriculture, se trabajó de forma práctica en el ensamblaje, uso, mantenimiento y adaptación de los proyectores inteligentes, desarrollando además un diálogo colaborativo con cada Clúster, sobre las estrategias para expandir su uso a mayor escala en los territorios. La capacitación también tuvo un enfoque estratégico: formar no solo usuarios, sino entrenadores y entrenadoras capaces de replicar los conocimientos adquiridos en sus redes locales.

“El propósito fue proporcionarnos herramientas que faciliten la difusión de contenido educativo sobre agroecología y sostenibilidad. Esto representa un salto cualitativo en la forma en que acercamos la tecnología a las comunidades rurales”, señaló Kathy Lines Gutiérrez, gestora del conocimiento del INTA.

Además, se entregó un proyector a cada clúster y a la coordinación del Foro RELASER Costa Rica, lo que facilitará su uso inmediato en actividades de capacitación con productores y productoras. Estos equipos, diseñados para operar en condiciones adversas, ya han sido implementados con éxito en India, Filipinas, varios países del África y, ahora, en Costa Rica y Ecuador, adaptándose a los contextos locales.

Una herramienta para transformar la manera de enseñar y aprender

Durante la sesión, los y las  participantes exploraron una biblioteca de videos educativos de Access Agriculture sobre temas como ganadería, elaboración de insumos biológicos y cultivos de granos básicos. Aunque muchos de estos materiales provienen de experiencias africanas, los facilitadores reconocieron su valor pedagógico y la oportunidad de adaptarlos a las realidades locales. También se discutió la posibilidad de subir contenidos desde Costa Rica a la plataforma, construyendo una red global de conocimiento desde lo local.

“Con imágenes y videos, la enseñanza se vuelve más atractiva. Este tipo de tecnología mejora la comunicación con los actores rurales y moderniza el proceso de extensión”, comentó Mario David Alpízar Villalobos, extensionista del ICAFE.

Según Alpízar, el proyector no solo representa una mejora tecnológica, sino también una forma de conectar con las nuevas generaciones de agricultores, apoyando el relevo generacional y despertando interés por nuevas técnicas agronómicas.

Un aprendizaje colectivo y descentralizado

La jornada fue estructurada para que cada grupo trabajara desde su clúster: UNED, TEC, UTN, ICAFE y FUNDECOR, además de la coordinación del Foro Nacional RELASER Costa Rica . La presencia de formadores, extensionistas y fellows permitió una dinámica rica en intercambio de saberes, con una metodología participativa y colaborativa.

“La capacitación fue muy práctica y enriquecedora. Vimos cómo esta tecnología puede adaptarse al campo costarricense y transformar la manera en que enseñamos”, añadió Lines, quien también destacó el valor del aprendizaje compartido entre clústeres.

La expectativa ahora es que estos conocimientos se repliquen en cada territorio y que la herramienta se integre plenamente en las estrategias de extensión rural:

“A nivel personal, me permitirá variar la información que presento en el campo. Hasta ahora, dependemos mucho de rotafolios impresos que se deben cambiar año tras año. Este equipo traerá muchos cambios positivos”, concluyó Alpízar.

Conclusiones y próximos pasos

Entre las conclusiones clave de la jornada se destacan:

  • La necesidad de cuidar adecuadamente los proyectores inteligentes, para garantizar su durabilidad y efectividad.
  • El reconocimiento del proyector como una herramienta poderosa para llegar a zonas remotas con formación agroecológica de calidad.
  • La importancia de que cada clúster se apropie del uso del equipo, experimente con él y lo incorpore activamente en su estrategia de extensión.
  • El deseo de crear nuevos contenidos locales para sumar al repositorio global de Access Agriculture.

Esta experiencia no solo fortalece la formación técnica de quienes están en primera línea de la extensión rural, sino que reafirma el compromiso del Proyecto AERAS y de RELASER con un modelo de desarrollo basado en el conocimiento compartido, la innovación aplicada y el protagonismo de los territorios rurales.

*El Proyecto AERAS forma parte del programa global GP-SAEP, financiado por la Unión Europea y la Cooperación Belga. Es implementado por GFRAS en alianza con FIDA y redes como RELASER (América Latina) y AFAS (África). Su objetivo es facilitar la transición hacia sistemas alimentarios sostenibles para pequeños productores, superando barreras clave para escalar la agroecología.

En América Latina, se desarrolla en Costa Rica y Ecuador; en África, en Uganda y Madagascar. La iniciativa promueve el fortalecimiento de los Servicios de Asesoramiento Rural (SAR) mediante metodologías participativas, que impulsan la cocreación de conocimientos entre agricultores y extensionistas, adaptando las prácticas agroecológicas a cada territorio y aumentando la resiliencia frente a desafíos climáticos, sociales y ambientales.