Por: Marcelo Collao Grandi
El tema de los “Rescate de los Saberes Locales y las competencias en los servicios de extensión” es altamente pertinente ya que el desarrollo sostenible se debe proponer desde los actores (sector productivo) y ya no con procesos lineales unidireccionales de asistencia técnica. Esto nos invita a pensar en el rol que debe jugar la extensión rural y el perfil de los extensionistas. Debemos analizar como contribuyen estos servicios al desarrollo sostenible (no hablamos de atribución) y a que desafíos debemos enfrentar.
En primera instancia pretendemos que se logre una sostenibilidad medio ambiental, es decir que se preserve la biodiversidad, no se deterioren los recursos naturales y que se logren sistemas productivos resilientes y por otro lado se aspira que la economía de los productores agropecuarios rurales sea también sostenible, es decir que la actividad productiva le reedite beneficio personal, económico y social, en otras palabras, que se dé una actividad agrícola con dignidad.
Esta ecuación resulta muy complicada ya que los sistemas productivos extensivos altamente tecnificados no están logrando ser amigos del medio ambiente y por otro lado la agricultura familiar, que no afecta tanto al medio ambiente, no permite una economía digna para los agricultores.
En este marco de reflexión, debemos analizar cual el valor o aporte de los saberes locales, tradicionales y ancestrales. Debemos también acordar que la actividad productiva agropecuaria se encuentra en un sistema más amplio, multidimensional, multisectorial, multinivel y que los conocimientos locales están presentes en este sistema.
El desafío, está primero en entender el valor de estos conocimientos locales, mismos que muchas veces han sido despreciados o tratados como elementos folklóricos que no aportan al desarrollo productivo y económico, sino que más bien han sido considerados como conocimientos que obstaculizan, retrasan o no permiten el ingreso a la modernidad.
Si se pretende fomentar los sistemas de innovación, se debe entender que la innovación no es más que la gestión colectiva de diversas fuentes de conocimientos que generan valor, entonces estamos hablando de la integración de diversos saberes y conocimientos que están relacionados. Hablamos de la horizontalidad de las diversas fuentes de saberes y en este contexto debemos entender el rol de la extensión. Un servicio que escucha, ve y aprende de diversas fuentes y permite el dialogo multiactoral. Entonces visualizamos un extensionista que primero desaprende y luego promueve la gestión de un conocimiento colectivo.
En la experiencia boliviana a estos extensionistas lo denominamos “GESTORES LOCALES DE INNOVACIÓN”, y junto a ellos hemos transitado el sendero de la valorización de los conocimientos locales, tradicionales y ancestrales. La formación y el trabajo con los gestores de innovación también nos han proporcionado valiosos aprendizajes que los compartiremos posteriormente.
En el Programa de Dietas Sostenibles del cual soy oficial regional de incidencia, se tiene un abordaje de facilitación de los sistemas de innovación multinivel y en éste se están promoviendo acciones de rescate de los saberes locales que han logrado tener un valor en el mercado, fomentando la producción sostenible, la agro-biodiversidad, los sabores y saberes tradicionales logrando alianzas con el sector gastronómico, los supermercados y finalmente se ha planteado trabajar con diversos ministerios y diversos actores nacionales e internacionales la “Estrategia nacional de diferenciación para productos nacionales con calidad e identidad vinculados a sus territorios”.