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Por Iván Cano Silva, consultor externo foro RELASER Chile para el desarrollo del Proyecto Fortalecimiento Foro RELASER Chile; Secretario ejecutivo Cátedra de Agricultura Campesina y Alimentación y docente de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, ambas de la Universidad de Chile.

¿Qué es la extensión rural? ¿Cuál es el rol de las y los extensionistas? Con estas preguntas el foro RELASER Chile, en el marco del proyecto de fortalecimiento del foro, decidió desarrollar una propuesta que pudiese dar a conocer a RELASER al tiempo que se pone en práctica el propósito de la extensión rural y la educación en el mundo campesino.

No ha existido una única corriente e idea sobre el quehacer de la extensión rural. Ha transitado por distintas versiones, promoviendo distintos tipos de agricultura con el tiempo. Pero sí estamos de acuerdo en que, ayer y hoy, la extensión rural ha sido fundamental para los procesos de transformación en el campo.

Para ello, hay que leer el momento, el contexto. Por un lado, leer lo que se piensa de la extensión actualmente y conocer las necesidades de quienes practican la extensión. También las necesidades de las realidades de hoy en día: desigualdad, crisis climática, inseguridad alimentaria y mala nutrición.

Entonces, desde el Foro RELASER Chile nos aventuramos en la realización de un curso, en modalidad aula invertida, con sesiones en línea para compartir estas lecturas.

Definiendo los contenidos del curso

Sabíamos algunas cosas respecto al curso: modalidad aula invertida, en línea, con sesiones sincrónicas y asincrónicas. Y que teníamos un mes para ejecutarlo. Spoiler: nos atrasamos en los plazos. Pero, ¿cuál era el propósito formativo? ¿Cómo hacerlo atractivo?

Nuestro interés se basaba en trabajar junto al Instituto de Desarrollo Agropecuario - INDAP, para aportar al desarrollo de competencias y habilidades en las y los extensionistas. Así que partimos por ahí: conversamos con los equipos a nivel central, nos indicaron cuáles creían que eran las necesidades formativas más importantes por trabajar. Luego, nos propusieron realizar el curso en la región del Maule con equipos técnicos del PRODESAL. También aplicamos una entrevista a la dirección regional. Nos acercamos al sindicato nacional de equipos técnicos del PRODESAL-PDTI, para conocer su visión sobre los procesos formativos.

Se dice que una buena práctica se sustenta en una buena teoría. Por ello revisamos literatura asociada. Y sorpresa: las entrevistas y la revisión bibliográfica apuntaban hacia un mismo norte, o para el caso de Latinoamérica, hacia un mismo sur. El extensionista rural como un gestor y facilitador de procesos. Pero, ¿qué procesos?

Existen distintas competencias asociadas a la práctica de extensión rural, como se puede ver en la siguiente tabla:

Tabla. Competencias deseables en un extensionista rural

Competencias genéricas

Competencias específicas

Creatividad

*Gestión del conocimiento, autoformación

Trabajo en equipo, cooperación y liderazgo.

*Aplicación metodologías y herramientas participativas

Flexibilidad para resolver problemas

**Manejo de grupos: planificación colectiva, desarrollo organizacional, resolución de conflictos

Enfoque científico

**Comercialización, cadenas de valor y modelos de negocios

Enfoque humanista

**Trabajo en red y desarrollo redes

Enfoque constructivista

*Comunicación, enfoques educativos, proceso de enseñanza-aprendizaje en adultos, capacitaciones y cursos

Empatía

**Formulación y desarrollo de proyectos y programas de extensión

Convivir

***Gestión de la información e innovación. Elaboración diagnósticos integrando dimensiones sociales, políticas, culturales, ambientales y económicos

Aprender a aprender

**Competencias técnicas-productivas

Compromiso ético y moral. Reflexión y autocrítica

**Sostenibilidad, agroecología y protección medioambiente en contexto de cambio climático

Respeto

Diversidad cultural

Capacidad de escucha

Seguridad alimentaria y nutricional. Buenas Prácticas de Higiene e inocuidad alimentaria.

Responsabilidad

Perspectiva de género

*aquellos que GFRAS (2017) considera absolutamente necesarias

**aquellos que el programa de PRODESAL considera importante (INDAP, 2022)

***que contienen a ambos

Tabla elaborada con elementos de Thornton, Cimadevilla y Carricart, 2003; Russo, 2009; Sualiman y Davis, 2014; Barrera et al., 2016; Zamora et al., 2017, GFRAS, 2017; Gordillo et al. 2018; y Landini, 2022

Son muchas las competencias… y en un curso de un mes, es imposible verlas y trabajarlas todas. Afortunadamente, las entrevistas guiaron el camino. Entonces, el curso estará enfocado en metodologías y procesos de enseñanza y aprendizaje, con foco en el desarrollo de diagnósticos. Ahí recordamos que extensión también es educación, por lo que sería interesante integrar reflexiones sobre la misma práctica de extensión. Con todo esto, se creó el curso: Extensión rural, educación también es innovación, en un esfuerzo en conjunto RELASER y la Facultad de Ciencias Veterinarias y pecuarias de la Universidad de Chile.

Con los resultados de aprendizajes (objetivos que esperamos que aprendan las y los estudiantes) y los contenidos definidos, con un programa tipo Syllabus, ya estábamos listos. Dirigimos la convocatoria a los equipos técnicos del PRODESAL del Maule y se les aplicó una encuesta diagnóstica, con 58 respuestas. Se contó con una gran diversidad territorial (participaron personas de todas las comunas de la región del Maule): 26 mujeres y 32 hombres inscritos, profesionales, técnicos o técnicas en áreas agrícolas o pecuarias.

Como habíamos revisado en la literatura, la interacción entre pares es fundamental. Hay más confianza, se escuchan experiencias que pueden ser útiles en los territorios donde se trabaja, se comparten historias. Aquí es donde se rescata el concepto de aula invertida. Es así, porque en horario asincrónico, o sea, en cualquier momento, pueden revisar material complementario (videos, documentos, foros), y en los momentos sincrónicos, en nuestro caso, los jueves en la mañana, se realizaban sesiones de retroalimentación de los contenidos vistos. No basta solo decir, también hay que hacer. Así que estos momentos, donde todas y todos los estudiantes se concertaban en un solo lugar… virtual, poníamos en práctica lo aprendido.

Así es como además utilizamos metodologías y herramientas que se podrían aplicar después junto a las y los productores. A pesar de que las herramientas que utilizamos eran virtuales, la forma en la que se llevó a cabo la metodología es lo realmente destacable: primero, se conformaron grupos diversos, de seis a ocho personas, con base en criterios de diversidad geográfica, perspectiva de género y diversidad de grados/títulos. Estos grupos se mantuvieron en cada sesión, lo cual creemos que fue un acierto. Se desarrollaba sentido de pertenencia, de identidad grupal. Era común escuchar frases de las y los participantes elogiando a sus respectivos grupos.

En segundo lugar, las metodologías eran pensadas para que pudiesen trabajarlas con las necesidades de las familias campesinas. Pero las y los extensionistas no son productores, son extensionistas. Por ello, el foco fue realizar trabajos en torno a sus propias necesidades y problemáticas, como equipos técnicos del PRODESAL del Maule. Se utilizaron aplicaciones de uso compartido de Google, como Jamboard, Presentaciones, entre otros, con el objetivo de poner en práctica lo aprendido y atreverse a realizar metodologías participativas: “La práctica hace al maestro, y de cada experiencia, se irá enriqueciendo su práctica”, les afirmábamos.

Tuvimos dudas sobre realizar actividades de este tipo, pues no sabíamos si comprenderían las dinámicas o si se motivarían a participar cada uno en su grupo. Al final, todo resultó mejor de lo esperado. Quienes eran más capacitados en el uso de estas tecnologías se ofrecían para compartir pantalla y construir en conjunto, demostraban participación activa en los trabajos, y eso nos alegraba, porque el curso buscaba desarrollar metodologías que propiciaran la participación.

Todo tiene su final…y volver a empezar

…Y volver a empezar con nuevos aprendizajes, con nuevos recorridos y contactos. Con una participación cercana al 90 % en las sesiones sincrónicas, el curso llegó a su final. En términos generales, hacemos una evaluación positiva, aunque estamos a la espera de una evaluación diagnóstica final por parte de las y los participantes. Para tener más insumos, estamos coordinando una sesión extra, y desarrollaremos una retroalimentación por parte de las y los estudiantes extensionistas. Pero eso ya es materia de otro blog.

De este primer curso piloto extraeremos más información y aprendizajes, los cuales compartiremos en su momento.

A lo largo del curso, quisimos dejar dos mensajes principales: la importancia de los procesos educativos en el trabajo con el mundo campesino y el desarrollo de redes de trabajo. Ahí es cuando RELASER entra con más fuerza, porque fuimos enfáticos al decir que el trabajo en red, en comunión y en comunidad, da resultados más fructíferos, se alinean los esfuerzos por un bien común.

Por ello también RELASER, para promover redes.