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Por: RELASER

La Universidad Estatal a Distancia, en alianza con el Foro RELASER Costa Rica, realizó el conversatorio virtual: “Retos de la extensión en la integración juvenil para el desarrollo sostenible en los territorios”, liderado por la Maestría Profesional en Extensión para el Desarrollo Sostenible, con el objetivo de comprender los retos que enfrenta la extensión ante la tarea de una integración óptima de jóvenes rurales a distritos ámbitos de la ruralidad.

La presentación del contexto y las oportunidades de integración estuvo a cargo de Rafael Mesén Vega, ingeniero agrónomo, zootecnista y Ph.D., quien partió por afirmar que la juventud rural fue primero que la extensión, como producto de los procesos migratorios, en Estados Unidos se generaron espacios para integrar a los jóvenes y se empezó a entender que los jóvenes eran clave para llevar tecnología a los productores. Así nació un espacio para llevar esa tecnología con una mediación pedagógica.

Tras dar esta línea de base, procedió a explicar los aspectos determinantes para entender el rol de los jóvenes en el desarrollo sostenible en los territorios y cuál es el papel clave que se puede jugar desde el extensionismo rural:

Contexto

La presentación del Dr. Mesén partió de un estudio en el que se identificó cuáles son los principales retos y necesidades de jóvenes en Costa Rica: desde el ámbito profesional hasta el educativo y la competitividad, salario y opciones de capacitación y transferencia -especialmente en jóvenes rurales-. De esta manera se identificó que la juventud rural es un grupo totalmente invisibiliizado, heterogéneo, de poco interés para investigadores sociales, y que esa fragmentación que hay dentro de las mismas juventudes aumenta su invisibilidad y su debilidad como actores sociales que demandan bienes y servicios. Así mismo, se identificó que existe una gran dificultad para acceder a medios de producción, empleo y financiamiento y que no existen políticas públicas diferenciadas para apoyar integralmente a este sector de la población, y que tienen pocas oportunidades de asociación y participación, de toma de decisiones y de búsqueda de construcción de proyectos de vida viables.

Pero también tienen potencialidades: cuentan con mayor escolaridad que las generaciones pasadas, menor discriminación en género, mayor conciencia de sustentabilidad ambiental, mayor predisposición al cambio y mayor capacidad para el manejo de TICs.

Superando las brechas intergeneracionales

Así, en el ámbito de la caficultura se requiere políticas para integrar a los jóvenes de manera exitosa, teniendo en cuenta su trayectoria de vida, con una visión de desarrollo local y territorial, un enfoque de equidad social y estrategias de desarrollo.

Hay una gran asimetría entre jóvenes y adultos que se puede superar trabajando en la asociatividad juvenil, el desarrollo de capacidades blandas y duras que permitan generar un diálogo intergeneracional que permita la integración entre las dos vertientes: jóvenes y adultos. En este proceso también es importante hablar con los adultos -familiares, organizaciones de productores, consejos territoriales e instituciones- para que se conviertan en posibilitadores de estos espacios.

Así, Mesén propone estas iniciativas desde el extensionismo para promover la integración de jóvenes en organizaciones productivas:

  1. Aprovechar el liderazgo para fomentar la integración y participación plena de jóvenes en cooperativas o asociaciones productivas
  2. Hacer talleres de integración generacional dentro de la cooperativa u organización productiva
  3. Establecer un plan de integración generacional con organizaciones productivas
  4. Realizar talleres de planificación compartida entre padres e hijos y las organizaciones productivas

Después se abrió un espacio de preguntas dirigidas por Laura Ramírez, del Foro RELASER Costa Rica, en las que se mencionó que las instituciones deben enviar el mensaje de que las y los jóvenes son clave y que tienen derechos y deberes, entre ellos organizarse y asociarse, y entre los derechos, el poder acudir a las instituciones. La organización es puente con otras instituciones del Estado, para generar vínculos y conexiones con las y los jóvenes. Además, los jóvenes tienen una capacidad de conocimiento enorme que abre la puerta a nuevas oportunidades, y en este sentido, el extensionismo debe poder poner a conversar los saberes entre jóvenes y adultos, servir como un puente entre estos dos mundos.

Perspectivas en torno a los jóvenes y la ruralidad
En un segundo espacio, se llevó a cabo un conversatorio en el que participaron Fabio Pérez, estudiante de la Maestría, Beatriz Elizondo de ICAFE y Reymond Rojas Núñez de Rural Costa Rica, quienes brindaron distintas perspectivas en torno a este tema, desde la institucionalidad, desde su rol como estudiantes y desde su interés por el campo, la producción y la extensión.

Beatriz Elizondo habló sobre la “importancia de enamorar a los jóvenes del cultivo de café, aprender y desaprender saberes tradicionales”, teniendo en cuenta que la edad promedio del productor cafetalero es de 65 años. En ese marco, junto con RELASER Costa Rica desarrollan el proyecto de ‘Café Joven’. Por su parte, Reymond Rojas habló sobre la importancia de crear redes y comunidades para compartir conocimientos y la importancia de quedarse en su propio territorio y ser productivo en la zona donde se vive.

En este camino, las y los extensionistas tienen un rol fundamental: impulsar a las y los jóvenes a que vean el cafetal no solo con su relación y apego emocional, sino como una empresa, donde sus conocimientos y potencialidades son necesarios. Reymond también mencionó la importancia de que los jóvenes se capaciten y puedan buscar empleo, pero es importante no formarse solo para ser empleados, también para ser emprendedor, especialmente en cuanto al café. Por último, afirmó que apostar por jóvenes es un ‘gana-gana’: los jóvenes adquieren nuevas oportunidades, y el campo se amplía, se logra el relevo generacional y se aplican nuevos conocimientos.

Por su parte para Fabio Pérez, es fundamental volver a valorar el papel de los agricultores desde las escuelas y hablar sobre la asociatividad, hacer que la extensión pueda estar presente en las mallas curriculares para valorar el trabajo desde los territorios.

Reymond dio un consejo a las próximas generaciones: formarse, estudiar, buscar lo que les apasiona y compartir con la familia. Fabio habló sobre la importancia de valorar los conocimientos de los jóvenes, la vinculación de jóvenes ha hecho que se abran nuevos mercados.

Entre las conclusiones, se afirmó que es importante la tecnología, pero no todos podemos acceder a la tecnología, por ello es necesario que las instituciones y las y los extensionistas sean facilitadores. Además se habló sobre el tema central del conversatorio: la extensión es un vehículo para poner a dialogar tanto a jóvenes como adultos, un espacio donde se puede generar conocimiento pero también nuevas oportunidades que involucren tanto a las instituciones como a las familias, las asociaciones y los jóvenes, donde no solo se pueda compartir conocimiento, sino también generar nuevas oportunidades y amplificar las oportunidades de desarrollo rural mientras se logran cerrar las brechas y generar el relevo generacional.

Puedes revivir el conversatorio completo en el siguiente link: https://www.youtube.com/live/Q2-laNLx-K4?feature=shared