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Por: RELASER

 

En la 14° Reunión Anual de GFRAS, que se realizó en Denver, Estados Unidos, RELASER presentó dos buenas prácticas para desarrollar capacidades de innovación agrícola en América Latina. Estos dos casos hacen parte de una serie de buenas prácticas seleccionadas después de que RELASER, IICA, TAP-AIS y Desira lanzaran a comienzos de 2023 un llamado para compartir casos de éxito, que comparten un factor común: plantean soluciones innovadoras y que hacen uso de la digitalización para responder a los retos actuales.

 

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Los seleccionados como parte de este llamado tuvieron la oportunidad de desarrollar su propia nota para explicar la metodología, los objetivos y los resultados de su implementación.

A continuación, te presentamos un resumen de las dos buenas prácticas que se presentaron en la Reunión Anual, y de las otras buenas prácticas que se seleccionaron por su trabajo para fortalecer y fomentar la innovación en la extensión y en la producción agrícola:

  1. Argentina y Uruguay: Extensión Rural Virtual para desafiar fronteras

Con el objetivo de abrir un espacio internacional, abierto, participativo y permanente de intercambio de conocimiento entre actores relacionados con las actividades agropecuarias y especialmente empresas familiares, INTA Argentina y Plan Agropecuario en Uruguay desarrollaron una serie de herramientas para acompañar a los actores a través de:

  • Eventos o lives virtuales vía zoom
  • Creación de un grupo de WhatsApp
  • Con repositorios en YouTube de los encuentros

En total se desarrollaron 5 videos, 4 canales de comunicación y 9.261 visualizaciones de los contenidos compartidos. Adicionalmente el 81% de las y los participantes comentó que recibió ideas y conceptos interesantes, el 51% logró reflexionar y el 28% se animó de hablar del tema con su familia.

El carácter internacional y virtual permitió facilitar el proceso y el intercambio a pesar de tener distintos contextos y la implementación de herramientas de comunicación masiva y digitales facilitaban el envío de información, la comunicación y la diversidad de enfoques para implementar la iniciativa. Finalmente, la experiencia permitió generar vínculos entre técnicos de INTA, Extensión para Extensionistas y el Plan Agropecuario, y posteriormente establecer alianzas con la Red ATER Aurora de Brasil, RELASER y el ministerio de Agricultura de Colombia en ferias virtuales de experiencias de extensión rural para compartir esta experiencia y ampliar su alcance.

  1. México: co-innovación para impulsar la tradición pulquera en Jiquipilco, México

Con un enfoque IAP (investigación-acción-participativa) e implementando herramientas de metodología Campesino a Campesino, y tras realizar un diagnóstico socioproductivo de la industria rural del pulque para documentar su situación ambiental social y económica, se desarrolló un plan de acción integral para generar innovaciones para manejar y aprovechar el maguey pulquero en México, debido a que el sistema productivo estaba colapsando por alteraciones en el ecosistema.

Esta iniciativa estuvo dirigida a productores y productoras de maguey pulquero con un promedio de edad de 54 años, con escolaridad básica, incorporando a 35 productores y sus familias, en total. Esta iniciativa permitió que la población local adoptara y replicara la reforestación anual del cultivo y la plantación de almácigos con estándares de calidad aceptable, además se generó conciencia sobre la importancia de conservar esas especies autóctonas y se generó un banco de germoplasma que comenzó en 2014 con 8.400 plantas de almácigo, para lograr llegar en 2021 a 41.000 plantas.

Este aumento de producción y la concientización llevaron a que se aumentara la confianza entre el grupo de productores y productoras, que ahora se reconocen como portadores de saberes de importancia nacional, favoreciendo su empoderamiento, su nivel de negociación y su reconocimiento: “Con el proyecto aprendimos a hacer varios productos usando el pulque, el agua miel y jarabe de aguamiel, nuestros productos se han dado a conocer más, ya hasta a nivel mundial porque hemos subido videos y ha venido gente a visitarnos y a comprar, dicen que los productores están muy bien”, afirmó Carlota Castillo, participante de la iniciativa.

  1. Colombia: construyendo un futuro productivo sostenible para la caña de azúcar

Desde 2020, el Centro de Investigación de la Caña de Azúcar de Colombia, Cenicaña, lidera el Programa Integra, antes conocido como el programa Fénix, para preparar a las y los productores de caña para el futuro, teniendo en cuenta que Colombia produce más azúcar por mes en una hectárea de Tierra que cualquier otro país.

Este es un programa voluntario y gratuito en el cual se invita a las y los productores a participar, se les socializa el programa, se diligencian sus datos, se les hace un diagnóstico, se elabora un plan de acción específico, visitas personalizadas, seguimiento y evaluación y jornadas participativas, todo esto con el objetivo de promover prácticas sostenibles.

Esto se ha visto reflejado en los resultados: con su implementación se aumentó la cobertura de 186 en 2020 a 430 unidades productivas actualmente, y se ha empleado la colaboración con los ingenios azucareros. Entre sus principales factores de éxito, se ha tenido la capacidad de ajustarse y adaptarse a los distintos contextos, facilitando la recuperación la recopilación de datos y la evaluación de la sostenibilidad del cultivo, como lo menciona Josefina Barona, participante de la iniciativa: “El programa me ha gustado mucho porque siempre he buscado tener en mis cultivos una mejora continua, pero sin una guía era muy complicado hacerlo. Hoy tengo esa guía, es el único programa que podría guiar al sector de la caña en Colombia para lograr mejores prácticas y apoyar a quienes quieren obtener una certificación”.

  1. Nicaragua: Escuela agroecológica Los Alpes

En Nicaragua, la agricultura es uno de los motores del desarrollo económico y social. Teniendo en cuenta esta importancia, se desarrolló una escuela para promover el conocimiento y el desarrollo de habilidades para las y los productores, para transitar de una producción convencional hacia un sistema de producción más sostenible, basado en agroecología. Esta iniciativa se realizó a través de encuentros que se sostuvieron en una finca donde se les impartían clases teóricas y prácticas, sobre temas como: marco normativo; cambio climático; evaluación de calidad de suelo; planificación de fincas; agroecología; cobertura de suelo; manejo de plagas y fertilizantes, entre otros.

La escuela contó con la participación de representantes de ONGs, universidades, proyectos de desarrollo y organizaciones de productores, y se desarrollaron dos ciclos de aprendizaje en los que participaron en total 80 productores. Se ha evidenciado que se ha generado mayor conciencia sobre la necesidad de cuidar y preservar el medio ambiente, lo cual ha llevado a nuevos cambios de actitud e incorporación de buenas prácticas en sus rutinas productivas.

  1. Colombia, Nicaragua, Guatemala y Honduras: Mesas Técnicas Agroclimáticas (MTA)

Con el fin de tener información al alcance de los agricultores latinoamericanos para una mejor toma de decisiones en el campo se realizan las mesas técnicas agroclimáticas (MTA), un enfoque innovador que funciona como espacios de diálogo abiertos e inclusivos, en los cuales participan diversos actores del ámbito público y privado, academia e investigación, cooperación internacional, asociaciones de agricultores y productores independientes, integrando el conocimiento científico con el saber local en relación con el clima.

Las MTA están formadas por una amplia red de actores locales e internacionales que aborden la gestión del riesgo agroclimático. En Colombia, estas reuniones se realizan de manera mensual, mientras que en Honduras, Guatemala y otros países de Centroamérica, se realizan antes del inicio de las fechas de siembra clave para los cultivos principales. Estos encuentros han llevado a que se genere un mejor acceso y una mayor confianza en la información agroclimática, se establezcan procesos participativos, se generen cambios en la toma de decisiones de las y los agricultores y también se introduzcan cambios en políticas, gobernanza y temas de liderazgo institucional.

  1. Colombia: las dietas artesanales alternativas y la autogestión catapultan el éxito y la competitividad de las granjas integrales

Debido a que muchos de las y los productores se encuentran en zonas de difícil acceso y alejados de centros poblados, el Ministerio de Educación Nacional y la Universidad de Córdoba en Colombia, desarrollaron el proyecto de ‘Granjas Integrales’ en las que se emplean dietas alternativas vegetales para la producción animal, contribuyendo a la seguridad alimentaria y nutricional optimizando productos agropecuarios y, finalmente, buscando mejorar la calidad de vida a las comunidades rurales en cuatro municipios de este departamento.

Esta iniciativa es el producto de encuestas de línea base y mapeo de actores clave para establecer alianzas productivas y comerciales, posteriormente se organizó un currículo con un plan de trabajo ajustado a las particularidades del territorio, que se implementó a través de escuelas de campo y semilleros de investigación participativa para jóvenes rurales. En total, la iniciativa impactó a 417 beneficiarios directamente, de los cuales 52% fueron mujeres y 48% hombres.  Como producto, se formalizaron cuatro asociaciones, se alfabetizó a 120 personas y se gestionaron terrenos para la producción de pollos, cerdos y peces, y en cada municipio se construyó una compostera, un galpón para 300 pollos, una porqueriza para 30 cerdos y 6 estanques de 500 metros cúbicos.

Se  ha vinculado tanto a comunidades campesinas como a comunidades indígenas, integrando sus saberes y conocimientos, y acercándoles a nuevas formas de innovación y gobernanza participativa para sacarle el máximo provecho a sus cultivos.

Conoce las notas concepto de estas seis iniciativas aquí 👉🏼 https://relaser.org/index.php/herramientas/buenas-practicas-de-innovacion-agricola-en-america-latina